jueves, 26 de noviembre de 2009

si no te escapas, se escapa

Una noche de verano de esas en las que dejas la ventana abierta para aliviar un poco el sofoco estaba yo durmiendo profundamente cuando un dulce y familiar aroma me hizo recuperar la consciencia. En un principio quise liberarme de él y volverme a dormir, pero me fue imposible. Aquella fragancia me mantenía en vela. Entonces decidí saltar al suelo desde mi ventana y caminar siguiendo su rastro. Según iba avanzando, la intensidad del aroma aumentaba. Mi pulso se aceleraba, mi cuerpo entero comenzaba a excitarse y, por lo tanto también mi respiración.
Me asomé a tu ventana y ahí estabas, durmiendo plácidamente, con las sábanas acompañando a las formas sinuosas de tu cuerpo, con el cabello suelto y el cuello descubierto. ¡De ahí provenía aquella delicia para el único sentido que parecía vital en aquel instante! Observé durante unos minutos el ritmo acompasado de tu respiración, los movimientos suaves que hacías y lo preciosa que siempre habías sido y estado, pero que parecía elevarse a lo divino en aquellas circunstancias.
Deseé que fueras mía, que yo fuera tuyo, que nos fugáramos de aquel lugar y dejáramos todo atrás para estar juntos. Deseé que en la vida los deseos alimentaran a la realidad dándole su propia forma. Olvidé todo lo que me rodeaba y me deleité con el momento, aprovechándolo antes de que pasara, y que tuviera que volver irremediablemente a la realidad.
El susto que me llevé al ver que abrías los ojos fue mayúsculo. Resbalé del alféizar de tu ventana y me di de espaldas contra el suelo. Te asomaste y te quedaste mirándome durante unos segundos, a la par que una sonrisa a la vez pícara y a la vez burlona aparecía en tu expresión. Entonces yo me levanté, me alcé por encima del marco y entré en tu habitación. En aquel momento volví a apreciar tu esencia y no volví a recuperar la cordura hasta la mañana siguiente, cuando desperté a tu lado.
Ahora busco que me busques y espero que me esperes, y que no se repita nada más que aquella noche y cada día sea algo nuevo, como siempre debería haber sido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonita la historia...m ha gustado, si señor ;).
Esto me ha recordado q hace tiempo q no leo libros de los mios jejeje (logo decis de mis libros pero......lo xulos q son...:P)
un beso canijo

Lina dijo...

Interesante e intenso.