Todo sería perfecto... si tu sangre fuera mía. Todo sería perfecto... si la lluvia mojara nuestros huesos desde aquel día. Todo sería ideal... si algún día nos hubiésemos cruzado por la calle... solos, buscándonos como un alma partida que quiere volver a ser una... uno seríamos tu y yo, y dos los días que tardarías en enamorarme... el primero... previo a la medianoche en que mi mirada se posara en ti y el segundo el nuevo día que haría desbocarse a mi corazón como el mar embravecido en una tormenta.
Si mis palabras se suspenden, es porque buscan que la imaginación las selle y no salgan nunca más, permaneciendo como alimento para mi ser, alimento que se agota y que no podrá ser reemplazado si no es por tu entera esencia.
jueves, 25 de junio de 2009
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