jueves, 25 de junio de 2009

esperanza

Se lanzó a lo que podía ser una caída sin fin, el más negro de los pozos... y todo, porque no quería sino vivir, sentir, volar...

Pero no resultó en un descenso a lo más profundo, sino que voló muy, muy alto. Tanto que debajo de sí solo había nubes y más nubes. Llegado el momento de la verdad, una corriente de aire lo hizo tambalearse, pero su empeño no cedió y dejó de volar, ya que sus alas estaban agarrotadas y se abandonó cerrando los ojos sin mirar atrás, descendiendo tan lentamente que a veces el viento lo elevaba sin esfuerzo.

Miles de lugares recorrió sin darse cuenta, cientos de costas y montañas vislumbró. Pero él lo único que quería era disfrutar de aquello como nunca y esperar a poder volar otra vez, y abrir los ojos y observar la inmensidad del océano, y batir sus alas con unas renovadas fuerzas, motivado por las viejas y nuevas experiencias. Y sobre todo... sonreír y tomar las riendas de su destino con la fuerza de su corazón, alimentado por la pura y máxima felicidad.

descontrol [escrito el 5/V/2009]

Todo sería perfecto... si tu sangre fuera mía. Todo sería perfecto... si la lluvia mojara nuestros huesos desde aquel día. Todo sería ideal... si algún día nos hubiésemos cruzado por la calle... solos, buscándonos como un alma partida que quiere volver a ser una... uno seríamos tu y yo, y dos los días que tardarías en enamorarme... el primero... previo a la medianoche en que mi mirada se posara en ti y el segundo el nuevo día que haría desbocarse a mi corazón como el mar embravecido en una tormenta.
Si mis palabras se suspenden, es porque buscan que la imaginación las selle y no salgan nunca más, permaneciendo como alimento para mi ser, alimento que se agota y que no podrá ser reemplazado si no es por tu entera esencia.